E-CNY frente a Bitcoin: La estrategia de China para reemplazar las criptomonedas con su moneda digital

En 2025, China ya no solo limita las criptomonedas: las está eliminando de su sistema financiero. Mientras que Bitcoin sigue siendo una opción global para quienes buscan dinero sin control estatal, China ha construido su propia alternativa: el E-CNY, o yuan digital. No es una copia de Bitcoin. Es lo opuesto. Es dinero que el gobierno puede rastrear, controlar y restringir en tiempo real. Y está diseñado para reemplazar no solo el efectivo, sino también cualquier intento de usar Bitcoin o otras criptomonedas dentro de sus fronteras.

¿Qué es el E-CNY y cómo funciona?

El E-CNY es la versión digital del yuan chino, emitida directamente por el Banco Popular de China. No es una criptomoneda. No es descentralizada. No tiene blockchain público ni mineros. Es un sistema centralizado, como una app bancaria que el gobierno controla por completo. Cada transacción se registra en un servidor del banco central, y el gobierno sabe quién envió dinero, a quién, cuánto y cuándo.

Desde su lanzamiento en pruebas en 2019, el E-CNY ha procesado más de 7,3 billones de yuanes (unos 1,01 billones de dólares) en transacciones hasta julio de 2024. Más de 261 millones de personas lo usan. Lo puedes cargar en tu teléfono, pagar en tiendas, comprar comida en McDonald’s, pagar el transporte público o recibir tu sueldo en digital yuan. No necesitas una cuenta bancaria tradicional. Solo necesitas la app oficial del E-CNY, que ya está integrada con WeChat Pay y Alipay, las dos plataformas que casi todos los chinos usan todos los días.

Pero hay una diferencia clave: el E-CNY no se puede intercambiar por dólares, euros o Bitcoin. Está diseñado solo para transacciones dentro de China. Aunque China está probando su uso en el extranjero con el proyecto mBridge, el objetivo no es hacerlo global como Bitcoin. Es hacerlo dominante dentro de su territorio.

¿Por qué China odia Bitcoin?

China no solo prohíbe Bitcoin: lo persigue. Desde 2021, el mining de criptomonedas está completamente prohibido. En 2023, las plataformas de intercambio como Binance y OKX dejaron de operar en el país. En 2025, cualquier persona que intente comprar, vender o minar Bitcoin en China puede enfrentar multas, bloqueos de cuentas bancarias o incluso investigaciones penales.

¿Por qué tanta dureza? Porque Bitcoin representa una amenaza al control del Estado. Bitcoin no rastrea quién lo usa. No requiere identificación. No puedes congelar una billetera. No puedes impedir que alguien lo envíe al extranjero para evadir controles de capital. Y eso es inaceptable para un gobierno que quiere saber cada yuan que circula.

El gobierno chino usa herramientas de análisis de cadena (on-chain analytics) para rastrear direcciones de Bitcoin. Si detectan que alguien está usando una VPN para acceder a una billetera extranjera, pueden bloquear su conexión a internet. Si una billetera recibe fondos de una dirección sospechosa, la etiquetan y la monitorean. Todo esto se hace bajo leyes de AML (Anti-Money Laundering) y KYC (Know Your Customer) que obligan a las plataformas a reportar cualquier actividad sospechosa.

E-CNY vs Bitcoin: Una comparación directa

La estrategia detrás del E-CNY: ¿Reemplazar el dólar o controlar a su pueblo?

Muchos creen que China quiere reemplazar al dólar como moneda global. Y eso es parte del plan. Pero el objetivo más urgente y real es controlar su propia economía interna. El E-CNY no es solo una herramienta financiera: es un instrumento de vigilancia y poder.

Imagina esto: el gobierno puede programar el E-CNY para que solo se pueda usar en ciertos lugares, en ciertos días, o para comprar ciertos productos. ¿Quieres pagar un curso en línea? Tal vez necesitas una autorización del gobierno. ¿Quieres enviar dinero a tu hijo en el extranjero? Puede que no puedas hacerlo sin permiso. ¿Quieres comprar una casa? El sistema puede bloquear el pago si detecta que tu historial de gastos es “riesgoso”.

Esto no es ciencia ficción. China ya ha probado pagos condicionados con el E-CNY: subsidios que solo se pueden usar en supermercados, bonos de vivienda que se desactivan si no se usan en 30 días. Es dinero inteligente, pero también es dinero controlado.

Mientras tanto, Bitcoin no tiene esas restricciones. No importa dónde estés, quién seas o qué hagas. Si tienes acceso a internet, puedes recibir, guardar o enviar Bitcoin. No hay intermediarios. No hay censura. Y eso es lo que China teme más: una moneda que no puede controlar.

¿Funciona la estrategia de China?

Sí, en términos de adopción interna. El E-CNY se usa en 26 ciudades principales, y más de la mitad de los chinos han probado al menos una transacción con él. Los jóvenes lo usan como una app más. Los ancianos lo usan porque ya no hay efectivo en muchos lugares. Los empleados públicos lo reciben como salario. Las tiendas lo aceptan porque es más barato que las tarjetas.

Pero no es tan sencillo. A pesar de la prohibición, el 26% de los inversores en fondos de China (Greater China) planean invertir en ETFs de criptomonedas en 2025. Algunos lo hacen con VPNs. Otros lo hacen a través de intermediarios en Hong Kong, donde las leyes son más flexibles. Aunque Hong Kong aprobó nuevas reglas para stablecoins en agosto de 2024, aún permite el comercio de Bitcoin.

En redes como Reddit, hay discusiones calientes. Algunos chinos dicen: “Es más fácil que usar efectivo”. Otros dicen: “No quiero que el gobierno vea cada café que compro”. La mayoría no tiene una opinión clara. Solo saben que si quieren vivir en China, deben usar el E-CNY.

¿Qué significa esto para el resto del mundo?

China no está haciendo esto solo por dentro. Está exportando su modelo. A través de la Iniciativa Cinturón y Ruta, está ofreciendo el E-CNY a países de África, Asia Central y Sudamérica como alternativa a los sistemas bancarios occidentales. En países con sistemas financieros débiles, el E-CNY puede parecer una solución rápida: pagos digitales sin necesidad de bancos tradicionales.

Pero hay un costo. Si aceptas el E-CNY, aceptas que China pueda rastrear tus transacciones. Que tu gobierno pueda ser presionado para compartir datos con Pekín. Que tu economía se vincule a un sistema que no es libre, sino controlado.

Mientras tanto, el mercado global de criptomonedas sigue creciendo. En el primer trimestre de 2025, se negociaron $5,4 billones en criptomonedas en intercambios centrales. Hay más de 580 millones de usuarios en todo el mundo. Y $21,8 mil millones fueron lavados a través de redes cruzadas en 2024. China dice que eso justifica su prohibición. Pero otros países ven una oportunidad: crear sus propias CBDCs, pero con protección de privacidad, no con vigilancia masiva.

El futuro está dividido: control o libertad

El E-CNY no es una evolución del dinero. Es una revolución del poder. China no quiere eliminar el efectivo: quiere eliminar la libertad financiera. Bitcoin no es solo dinero: es una declaración de que las personas pueden tener control sobre su propio valor, sin permiso de nadie.

China ha ganado la batalla en su territorio. Pero no ha ganado la guerra global. Mientras más países vean cómo el E-CNY se usa para censurar, restringir y monitorear, más buscarán alternativas que protejan la privacidad y la autonomía.

La pregunta no es si el E-CNY es más eficiente que Bitcoin. La pregunta es: ¿qué tipo de sociedad quieres vivir? Una donde el gobierno controla cada transacción, o una donde el dinero sigue siendo libre, incluso cuando el poder intenta dominarlo.