Calculadora de Impuesto a las Ganancias de Capital en Bitcoin en El Salvador
Calcula tu ganancia y ahorro fiscal
En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en hacer del Bitcoin una moneda de curso legal. Pero lo que realmente lo distinguió no fue solo eso: fue la decisión de no cobrar impuesto a las ganancias de capital sobre ninguna transacción con Bitcoin. Ni siquiera si compras un café con Bitcoin, ni si vendes BTC por un beneficio de $100,000. Eso no existe allí. Y hasta hoy, esa regla sigue vigente, incluso después de cambios importantes en su política cripto.
¿Por qué no se paga impuesto a las ganancias de capital en El Salvador?
La ley de Activos Digitales, aprobada en 2021, estableció claramente que las ganancias obtenidas por la compra, venta o intercambio de Bitcoin no están sujetas a impuesto alguno. No hay tasa, no hay declaración, no hay registro fiscal. Es tan simple como eso. El gobierno no quiere cobrar por lo que tú ganas con Bitcoin. Quiere que lo uses, lo guardes, lo inviertas. Y lo hace con una intención clara: atraer inversión extranjera, impulsar la economía digital y convertirse en un refugio cripto en América Latina.
Esto no es un error ni un agujero legal. Es una política deliberada. Incluso los inversores extranjeros que invierten más de ₿3 (tres Bitcoin) en el país reciben la misma exención. Si compras Bitcoin en Miami, lo transfieres a El Salvador y lo vendes un año después con una ganancia de $50,000, no debes un centavo de impuesto allí. Eso no pasa en ningún otro país de la región.
¿Qué pasa con otras criptomonedas?
La exención solo aplica a Bitcoin. Si usas Ethereum, Solana o cualquier otra criptomoneda, las reglas cambian. El Salvador creó dos tipos de licencias para empresas que operan con activos digitales: Bitcoin Service Provider (BSP) y Digital Asset Service Provider (DASP). La primera es solo para empresas que trabajan exclusivamente con Bitcoin. La segunda cubre todo lo demás: exchanges de altcoins, billeteras de tokens, NFTs, fondos de inversión.
Las empresas con licencia DASP sí deben cumplir con normas fiscales más estrictas. Aunque no pagan impuesto a las ganancias de capital sobre Bitcoin, sí pueden tener obligaciones tributarias por otros activos digitales. Pero para el Bitcoin, sigue siendo libre de impuestos. Y eso lo convierte en el único activo digital del mundo con ese estatus en un país soberano.
¿Qué cambios hubo en 2024 y 2025?
En diciembre de 2024, El Salvador firmó un préstamo de $1,400 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A cambio, aceptó modificar partes de su ley de Bitcoin. Se eliminó la obligación de que los comerciantes aceptaran Bitcoin como forma de pago. Se dejó de usar Bitcoin para pagar impuestos. Se redujo la compra de Bitcoin por parte del Estado. Y se comenzó a desactivar la billetera estatal Chivo.
Pero aquí está lo clave: la exención de impuesto a las ganancias de capital no se tocó. A pesar de las presiones del FMI, el gobierno mantuvo esa parte de la ley intacta. Porque no es una medida populista: es un imán para el capital global. Si quitas esa ventaja, pierdes todo el atractivo que tiene el país para inversores internacionales.
¿Cómo se compara con otros países?
En 2025, solo cinco países no cobran impuesto a las ganancias de capital sobre criptomonedas: El Salvador, Islas Caimán, Emiratos Árabes Unidos, Alemania y Portugal. Pero todos tienen condiciones.
- En las Islas Caimán, no hay impuestos sobre ningún tipo de ingreso, incluyendo cripto. Es un paraíso fiscal total.
- En los Emiratos Árabes Unidos, no hay impuesto sobre cripto, pero sí hay regulaciones estrictas y necesitas un permiso para operar.
- En Alemania, solo si mantienes tu cripto más de un año, no pagas impuesto. Si lo vendes antes, sí.
- En Portugal, no pagas impuesto si eres residente y no estás operando como empresa. Pero los inversores institucionales sí pagan.
El Salvador es el único que no pone límites de tiempo, no pide residencia, no exige que seas una empresa. Solo necesitas usar Bitcoin. Y no pagas impuesto. Punto.
¿La gente realmente usa Bitcoin en El Salvador?
La respuesta es: no mucho. A pesar de la ley, la adopción real ha caído constantemente. Según el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), solo el 8.1% de los salvadoreños usaba Bitcoin en 2024, frente al 25.7% en 2021. La gente lo prueba, lo prueba con el celular, lo usa una vez por curiosidad, y luego lo deja.
¿Por qué? Porque no hay una cultura financiera digital fuerte. Muchos no entienden cómo funciona. Otros no confían. Y algunos simplemente no ven ventaja real. Aunque el gobierno lo promueve con campañas masivas, la realidad es que el 90% de las transacciones diarias siguen siendo en dólares. El Bitcoin no reemplazó al dólar. Lo complementa, pero muy poco.
Y aun así, el gobierno sigue comprando Bitcoin. En marzo de 2024, sus reservas estaban un 50% por encima de su costo de compra. Pero el costo total de implementar el sistema -billeteras, campañas, infraestructura- aún no se ha recuperado. No es un éxito económico, pero sí un experimento político único.
¿Qué necesitas para invertir o operar legalmente?
Si eres extranjero y quieres invertir en Bitcoin en El Salvador sin pagar impuestos, no necesitas ser residente. Pero si quieres abrir una empresa que maneje Bitcoin, sí debes obtener una licencia BSP de la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD). Eso implica:
- Presentar estados financieros anuales
- Comprobar cumplimiento de AML y KYC
- Registrar todas las transacciones
- Declarar IVA si aplica (solo en servicios, no en Bitcoin)
Y aunque no pagas impuesto a las ganancias de capital, sí debes tener un registro limpio. El gobierno no te pide dinero, pero sí te pide transparencia. No hay secretos. No hay esquemas. Solo una ley clara: Bitcoin = libre de impuestos.
¿Qué pasa con Bitcoin City?
El proyecto más ambicioso del gobierno es Bitcoin City, una ciudad construida alrededor de un volcán, financiada con bonos respaldados por Bitcoin. La promesa: cero impuestos. Nada de impuesto a la renta, nada de impuesto a la propiedad, nada de impuesto a las compras, nada de impuesto a las emisiones. Todo, en Bitcoin.
Aún está en construcción. Pero su existencia es una señal clara: El Salvador no solo quiere ser un país con Bitcoin. Quiere ser un país de Bitcoin. Y la exención de impuestos a las ganancias de capital es la base de ese sueño.
¿Es sostenible?
No lo sabemos. El país tiene una deuda externa creciente. Su economía depende de remesas. El FMI sigue presionando. Pero el gobierno no ha mostrado intención de eliminar la exención fiscal. Porque si lo hace, pierde su ventaja competitiva. Perderá a los inversores. Perderá su identidad como el primer país en apostar por Bitcoin.
La exención no es un regalo. Es una estrategia. Y hasta que el mundo no tenga otra opción tan clara, El Salvador seguirá siendo el único lugar donde puedes vender Bitcoin y no tener que pagar un solo dólar de impuesto por lo que ganas.